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Problema de gases

Una anciana acude al doctor, y le dice: «Doctor, tengo un problema de gases, aunque no es demasiado molesto: la cosa es que mis pedos nunca huelen y además siempre son silenciosos. De hecho, debo de haberme tirado como veinte petardetes desde que entré en la consulta. Usted no se ha dado cuenta porque son silenciosos y no huelen.»

El doctor dice: «Ya veo. Bien, tómese estas píldoras, y vuelva a verme la próxima semana.»

La semana siguiente la mujer regresa. «Doctor», dice, «no sé qué demonios me dio, pero ahora el tema es que mis pedos… aunque siguen siendo silenciosos… ¡Apestan terriblemente!»

El doctor dice: «¡Perfecto! Ahora que hemos solucionado esa sinusitis, vamos a tratar su problema de oído.»

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Las mujeres

Un hombre y una mujer que no se conocían, coincidieron en el mismo compartimento de coche cama de un tren.

Después de lo embarazoso de la situación inicial, ambos se acostaron, el hombre en la litera superior y ella en la inferior.

A medianoche, el hombre se inclina al lateral de la litera, despierta a la mujer y le dice:

– Siento molestarla, pero tengo un frío tremendo. ¿podría Ud. alcanzarme otra manta?

La mujer se asoma también al lateral de la litera y con un guiño de ojo le dice:

– Tengo una idea mejor, tan sólo por esta noche supongamos que estamos casados.

El hombre, encantado, dice:

– ¡De acuerdo, fenomenal!

Entonces la mujer le dice:

– ¡Cógela tú mismo, gilipollas!

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¡Burro!

Los hombres nunca entienden lo que las mujeres quieren decir.

Una mujer va en coche por la carretera

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Un invierno de verdad

Esto sí que es un invierno.

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Hospital mental

Roberto y Alicia son ambos pacientes en un hospital mental. Un día, mientras caminaban cerca de la piscina del hospital, Roberto inesperadamente saltó a la piscina y cayó hasta el fondo, donde permaneció sin moverse. Alicia rápidamente entró para salvarlo, nadó hasta el fondo y lo sacó.

Cuando el director del hospital se enteró del acto heroico de Alicia, ordenó que se le diera de alta del hospital, pues consideraba que ella ahora estaba mentalmente estable. El director le dijo a Alicia:

Tengo dos noticias para ti: una buena y una mala.

La buena es que ya te dimos de alta, al meterte a la piscina y haber salvado la vida de otro paciente has demostrado que eres capaz de responder razonablemente ante una crisis, por esto llegué a la conclusión de que ya estás mentalmente sana y puedes abandonar el hospital.

La mala noticia es que, Roberto, el paciente a quien le salvaste la vida, se colgó en el baño con el cinturón de su bata… momentos después de que le salvaste la vida… Alicia, lo siento mucho: Roberto está muerto.

Alicia, muy sorprendida, le contesta al director:

—No se colgó él, lo colgué yo para que se secara.