Cuando crees que hemos avanzado y te encuentras con esta foto de 1916.

Cuando crees que hemos avanzado y te encuentras con esta foto de 1916.

Para los que no somos de las últimas generaciones, un recorrido por los recuerdos de nuestra infancia y juventud.
La gente que entró a las universidades el año pasado nació en 1988. Para ellos ha existido siempre la democracia. Nunca cantaron «Viva la gente, la hay donde quiera que vas…», y cuando García Márquez ganó el Nobel ni siquiera sabían leer.
Tenían 6 años cuando la Unión Soviética se desintegró. No se acuerdan de la Guerra Fría, no saben lo que es la cortina de hierro y solo conocen una Alemania, aunque en el colegio les hayan contado que hubo dos. Son demasiado jóvenes para acordarse de la explosión del transbordador espacial Challenger.
Para ellos, el SIDA ha existido toda la vida. No alcanzaron a jugar con la «Bola Loca», con «Recortables», con «Los Juegos Reunidos Geyper». El CD entró al mercado cuando no tenían ni un año de vida. Nunca tuvieron un tocadiscos.
Muchos de ellos no saben, o no recuerdan, que los televisores sólo tenían 1 canal y la UHF; más aún, incluso algunos no han visto nunca televisor en blanco y negro, no pueden explicarse y ni siquiera se imaginan lo que es ver la tele sin un mando a distancia. (No les hablemos de los dos rombos, no nos creerían).
Nacieron seis años después que Sony puso a la venta el Walkman. Para ellos los patines siempre han tenido las ruedas en línea y ni hablemos de la normalidad con la que ven un teléfono móvil o un ordenador personal…
Puede que nunca hayan visto Barrio Sésamo, Viaje a las Estrellas, Perdidos en el espacio, El Super-agente 86 o La Casa de la Pradera, Los Chiripitifláuticos, Heidi, Los Pitufos, El coche fantástico, etc., y nunca han sido sobrinos del Tío Gilito.
[…]
Cuando el Comandante Supremo de las Fuerzas Aliadas, el General Dwight Eisenhower, descubre a las víctimas de los campos de la muerte en Europa, ordenó que se tomen todas las fotografías posibles, y que los alemanes de las aldeas vecinas sean guiados a través de los campamentos e incluso que entierren a los muertos.
Lo hizo porque él dijo en sus palabras a este efecto:
Dejen todo registrado. Consigan las películas, encuentren a los testigos, porque en algún lugar a lo largo de la historia algún hijo de puta se levantara y dirá que esto nunca ocurrió.
Todo lo que es necesario para que el mal triunfe es que los buenos hombres no hagan nada. Edmund Burke en conmemorativo.
Esta semana, el Reino Unido borro al Holocausto de su programa de estudios porque ‘ofendió’ a la población musulmana que afirma que nunca ocurrió. Este es un presagio aterrador del temor que aferra al mundo y de la facilidad con que cada país se rinde. Esto ocurre ahora, más de 60 años después de la Segunda Guerra Mundial.
Este e-mail está siendo enviado como un monumento cadena, en la memoria de los seis millones de judíos, 20 millones de rusos, 10 millones de Cristianos, 1900 sacerdotes católicos que fueron asesinados, masacrados, violados, quemados, muertos de hambre y humillados mientras que los pueblos alemán y ruso miraban hacia otra dirección.
Ahora, más que nunca, con Irán, entre otros, alegando que el Holocausto es ‘un mito’, es imprescindible asegurarse de que el mundo nunca se olvide. Es la intención de este e-mail de alcanzar 40 millones de personas en todo el mundo. Ser un eslabón de la cadena de memoria y ayudar a distribuir este mensaje en todo el mundo. ¿Cuántos años van a pasar antes que se diga que el ataque contra el World Trade Center «nunca ocurrió», porque ofende a algunos musulmanes en EE.UU.?