Categorías
Humor Ingenio Putadas Reflexiones Sexo

El amante en el armario

Un ama de casa recibe a su amante durante el día mientras su esposo está en el trabajo. Sin ella saberlo, su hijo de 9 años se escondió en el armario. Inesperadamente, su esposo llega a casa. Ella esconde a su amante en el armario. El niño ahora tiene compañía y se produce el siguiente diálogo:

El niño: «Está oscuro.»
El amante: «Sí, lo está.»
El niño: «Tengo una pelota de béisbol.»
El amante: «Qué bien.»
El niño: «¿Me la quieres comprar?»
El amante: «No, gracias.»
El niño: «Mi papá está afuera.»
El amante: «Está bien, ¿cuánto quieres?»
El niño: «250 EUR»

Semanas después ocurre lo mismo, y el niño está en el armario otra vez con el amante y:

El niño: «Está oscuro.»
El amante: «Sí, lo está.»
El niño: «Tengo un guante de béisbol.»
El amante: «¿Cuánto quieres?»
El niño: «750 EUR»
El amante: «Ni hablar, niño, gracias.»
El niño: «Mi papá esta afuera, ¿pagas o grito?»
El amante: «Está bien, pero quédate calladito.»

Días después, el papá le dice al niño: «Coge tu guante y pelota, vamos a jugar a béisbol afuera.»

El niño dice: «No puedo, papi. Los vendí.»

El papá le pregunta: «¿Por cuánto los vendiste?»

El niño dice: «1.000 EUR»

El papa dice: «Eso es terrible, no debes de cobrar de más a tus amigos. Eso es más de lo que esas dos cosas valen. Te voy a llevar a la iglesia para que te confieses.»

Van para la iglesia y el papá le explica al sacerdote lo que pasó y manda al niño para el confesionario y cierra la puerta.

El niño dice: «Está oscuro.»
Y el sacerdote contesta: «No empieces a tocarme los huevos…»

Categorías
Humor Sexo

Jubilación del cartero

Después de 35 años repartiendo a diario el correo en el mismo barrio, llega el último día de trabajo para el cartero. Juan comenzó su último día por la primera casa de siempre y salió la familia entera a felicitarle entre aplausos.

En la segunda casa le regalaron una caja de puros con dedicatoria.

La familia de la tercera dirección le obsequió con un magnífico equipo de pesca, su afición favorita.

Y siguió su reparto, despidiéndose de tantas y tantas personas conocidas que le estimaban y con las que había compartido tantas vivencias, hasta que llegó a la última casa de su ruta habitual, donde lo esperaba María, la joven y hermosísima dueña, con un camisón negro transparente.

Ella le cogió de la mano, lo metió dentro, cerró la puerta, lo llevó al dormitorio y le sentó en la cama.

Con música de fondo de Barry White y Quincy Jones, le obsequió con un sensual streptease y luego le hizo el amor apasionada y desenfrenadamente.

Después de dos fantásticas horas de sexo ella le preparó un exquisito desayuno con tostadas, fruta, bollería y café.

Cuando Juan levantó la taza de café, vio que debajo había un billete de 10 euros.

Juan dijo: No tengo palabras para describir lo maravilloso que ha sido todo pero… ¿los 10 euros?

María: Bueno, es que anoche le comenté a mi marido que hoy sería tu último día de trabajo y que debíamos hacer algo especial para ti, y mi marido dijo:

«Dale 10 euros y que le follen…» El desayuno ha sido idea mía.